3) LAS ETAPAS EVOLUTIVAS DEL NIÑO
Erikson y las etapas psicosociales.
En su teoría de las etapas psicosociales del desarrollo
de la personalidad, Erikson consideraba la integración de la personalidad como
la etapa última del desarrollo, y concebía el proceso de formar una identidad
personal como una etapa intermedia, propia de la adolescencia, y de vía para la
realización de ella.
Para él, la personalidad del individuo nace de la
relación entre las expectativas personales y las limitaciones del ambiente
cultural. Para Erikson, la vida gira en torno a la persona y el medio. Así,
cada etapa es un avance, un estancamiento o una regresión con respecto a las
otras etapas. Establece ocho etapas o estados en el desarrollo psicosocial de
una persona:
1. Primer año: es la llamada etapa del bebé, en ella se
establecen las relaciones psicológicas con la madre, y de estas relaciones
surgen las actitudes básicas de confianza o desconfianza.
2. Segundo año: en esta etapa las relaciones del niño se
amplían a ambos padres, dando lugar a la formación de las estructuras de
autonomía y dominio de sí mismo, o de inseguridad y conformismo, según sea esa
la relación con los padres.
3. Tercer a quinto año: las relaciones del niño se
amplían hasta la denominada familia básica. En esta etapa se fomenta la
iniciativa o los sentimientos de culpabilidad. Posee una autonomía espontánea y
deliberada.
4. Sexto a doceavo año (pubertad): el ámbito de las
relaciones interpersonales del niño se amplía en la escuela y en la vecindad.
Surgen en él las ideas de competición y de cooperación con los demás, así como
los sentimientos de superioridad o inferioridad.
5. Adolescencia: las pandillas y los líderes influyen
notablemente en la consolidación de la propia identidad personal de este
periodo. Se buscan ídolos a los cuales imitar, y como consecuencia de esta
imitación, se producen en el adolescente sentimientos de integración o de
marginación.
6. Primera juventud: este es un período crítico de la
relación social, ya que para él se pasa a un nivel más diferenciado, donde el
amor y la amistad, la solidaridad y el aislamiento se manifiestan según el
grado de madurez alcanzado. En este periodo se busca la relación íntima con la
pareja, con la que se busca la propia identidad, y se desarrolla la capacidad
de amar.
7. Juventud y primera madurez: el trabajo y la familia
son los puntos cruciales de esta etapa, en la cual se forman comportamientos de
producción y de protección hacia la familia, desembocando en actitudes
altruistas o por el contrario en actitudes egocéntricas.
8. Adultez (o final de la madurez): al sentir al hombre
agotar sus propias posibilidades vitales, éste adopta una postura de integridad
personal y autorrealización; o bien por el contrario, una postura de insensatez,
desesperación o deshonestidad. Con estas posturas se cierra el ciclo del
proceso psicosocial del hombre, según Erikson.
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